Freud no pretendía crear una teoría psicológica
completa, pero llegó a elaborar un sistema que explicaba la psicología el
hombre en su totalidad. Comenzó estudiando el trastorno mental y luego se
preguntó por sus causas. Acabó formulando una teoría general del dinamismo
psíquico, de su evolución a través de distintos períodos de desarrollo y del
impacto de la sociedad, la cultura y la religión en la personalidad, además de
crear una forma de tratamiento de los trastornos mentales.
La primera preocupación de Freud, dentro del campo
del psiquismo humano, fue el estudio de la histeria, a través del cual llegó a
la conclusión de que los sistemas histéricos dependían de conflictos psíquicos
internos reprimidos y el tratamiento de los mismos debía centrarse en que el
paciente reprodujera los sucesos traumáticos que habían ocasionado tales
conflictos. La técnica utilizada en principio para ello fue la “hipnosis”.
Más tarde introduce otra técnica de tratamiento:
“la asociación libre”, al principio era paralela al uso de la hipnosis, pero
esta última técnica a acaba desechando por considerarla menos efectiva. En las
asociaciones libres el paciente expresa sin censuras todo aquello que le viene
a la conciencia de forma espontánea.
Posteriormente incorpora la “interpretación de los
sueños” en el tratamiento psicoanalítico, ya que entiende que el sueño expresa,
de forma latente y a través de un lenguaje de símbolos, el conflicto origen del
trastorno psíquico. La interpretación de los sueños es una ardua tarea en la
que el terapeuta ha de vencer las “resistencias” que le llevan al paciente a
censurar su trauma, como forma de defensa.
Freud hace una formulación topográfica del
psiquismo e incluye en él tres sistemas:
ü Uno consciente
ü Otro preconsciente (cuyos contenidos pueden pasar al anterior)
ü Otro inconsciente (cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia)
Más tarde presenta una nueva formulación del
aparato psíquico que complementa a la anterior. En esta formulación estructural
el aparato psíquico está formado por tres instancias: el “ello”, instancia
inconsciente regida por el denominado principio de placer; el “yo”, que tiene
contenidos en su mayoría conscientes regidos por el principio de realidad y el
“superyó”, que representa las normas morales e ideales.
La teoría freudiana postula el “impulso”,
inicialmente 2 tipos: los impulsos del yo o de auto conservación y los impulsos
sexuales. Con ello se desea distinguir el “principio de placer” acorde al desarrollo, la diferencia
es que cada etapa el “objeto” es distinto para conseguir ese placer.
Paralelo a esta evolución intra psíquica del
sujeto, se va dando un proceso de socialización.
FASES DEL DESARROLLO
SEGÚN SIGMUND FREUD:
¯ Fase oral: abarcada hasta los 18 meses, caracterizado por aspectos físicos de
“succión”. Los que no superan esta etapa tendrán “fijación oral” y serán
propensos a comer en exceso, al alcohol, y, dependientes.
¯ Fase anal: de los 18 meses a 3 años, caracterizada en la necesidad de controlar
los intestinos.
¯ Fase fálica: de 3 a 6 años, caracterizado por la atención en los genitales,
especialmente en el “pene”. Los niños y niñas se preguntan sobra la diferencia
de sus genitales.
¯ Fase de latencia: de 6 años hasta los inicios de la pubertad, caracterizado por ser un
periodo de inactividad durante el cual los niños por lo general juegan con
niños de su mismo sexo.
¯ Fase genital: comienza después de la pubertad; nuevamente el centro de atención
recae en los genitales. Si el individuo progresó con éxito las fases
anteriores, será capaz de entablar relaciones heterosexuales satisfactorias.
En conclusión Freud habla del desarrollo de la
sexualidad; en caso no se desarrolle adecuadamente se le truncará
psicológicamente y por ende su aprendizaje. Del mismo modo, con respecto a la
personalidad debemos desarrollar que nuestros niños e hijos sean autónomos y se
sientan seguros, desarrollando su autoestima.